13 mar 2013

La muerte de la Virgen



     La muerte de la virgen es una obra pintada por Caravaggio entre 1605 - 1606, durante el barroco italiano, realizada al óleo sobre lienzo. Actualmente la podemos encontrar en el museo del Louvre (París).

     En esta obra vemos que el centro de atención es María, representada como la típica mujer de pueblo, en un catre, vestida de rojo, con los pies descalzos, el pelo alborotado, manos inertes, el cuerpo hinchado y con una fina aureola divina sobre su cabeza. Junto a ella encontramos a María Magdalena que sentada en una simple silla, apoya su cabeza sobre sus rodillas. A su lado vemos un cuenco metálico con el que limpió el cuerpo de María. Los apóstoles muestran diferentes actitudes frente a esa muerte: San Juan, erguido reflexiona, otros sollozan, secan sus lágrimas u ocultan sus ojos, como muestra de dolor. El hombre mayor a la izquierda puede ser San Pedro.


     Los colores de esta escena son oscuros, los únicos toques luminosos que tiene el cuadro es el rojo de la vestimenta de María y de un gran telón, situado en la parte superior del cuadro. Caravaggio utiliza el claroscuro muy acentuado, ilumina aquello que desea mostrar, sumiendo en oscuridad el resto de la escena. Usa colores saturados, donde predomina el rojo y el verde. La composición es diagonal, organizada a partir del rostro de María.

     La representación de la Virgen María causó cierto escándalo y fue rechazada como inadecuada, porque se creía que usó como modelo a una prostituta ahogada en el ría Tíber.

     El Barroco es reflejo de la Europa del siglo XVI, una época turbulenta por la ruptura de la reforma protestante y la defensa católica mediante la Contrarreforma. Por otro lado, están surgiendo los Estados modernos y su fortalecimiento los lleva a una incesante lucha entre ellos por alcanzar la hegemonía.

      El estilo Barroco surge, de nuevo, en Italia, a finales del siglo XVI, por el agotamiento de la formas clásicas renacentistas, y estará vigente hasta la aparición del estilo Neoclásico en el siglo XVIII. Se extendió desde Italia al resto de Europa, y tomará características propias y diferente en cada zona, que hacen que el Barroco sea un arte increíblemente variado, pero al mismo tiempo, coherente, ya que tiene un profundo trasfondo religioso, pues está conectado con las cuestiones sociales, políticas, económicas y culturales de la época.

     Otras obras del autor son: "El entierro de Cristo" y "La crucifixión de San Pedro". Podemos mencionar a otros autores de la época como Canaletto. Por otra parte, continuarán con la técnica del tenebrismo Velázquez, Zurbarán y Rambrandt 

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