Se trata de una obra del románico catalán, realizada sobre una bóveda del ábside de la iglesia de San Clemente, realizada al fresco sobre muro y de autor desconocido. Esta pintura procede del Valle de Boí, creada en 1123. Pero actualmente se encuentra en el museo de arte de Cataluña.
Podemos deducir que cristo está sentado en un altar, ya que es el dios del mundo. Lo rodea una mandorla dorada que representa un espacio sagrado y viste con una túnica de color gris a la que se sobrepone un manto azul. En el cual se hará mucho hincapié en los pliegues para crear movimiento, donde más realista será en la parte de abajo del manto, por la zona de los pies. Su rostro alargado y muy simétrico da lugar a un cristo temible con una mirada penetrante. Este cristo alza su brazo derecho en actitud de bendecir, mientras que en su mano izquierda sostiene un libro abierto donde se puede leer “EGO SUM LUZ MUNDI” (yo soy la luz del mundo). Además tiene sus pies apoyados sobre una media esfera que representa a la Tierra. También podemos encontrar en la derecha y la izquierda de la figura las letras griegas alfa y omega, como principio y fin de todas las cosas.
Al Pantocrátor le rodea el tetramorfos, los cuatro evangelios. En la parte superior izquierda está San Mateo con un libro, bajo él, San Marcos, que le simboliza un león. En la parte derecha superior se encuentra San Juan, representado con un águila y como un toro alado es San Lucas. En los extremos podemos observar a dos serafines de seis alas, en cuatro de ellas se representan con ojos.
En la franja inferior se representa a seis apóstoles separados por columnas y en dos grupos. Ala izquierda están Santo Tomás, San Bartolomé y la Virgen. A la derecha, San Juan, Santiago y San Felipe. Los nombres de cada uno lo pone en la banda cuyo resto está deteriorado y se separa esta zona con la superior. María lleva un Cádiz, mientras los demás apóstoles llevan un libro.
En esta pintura destaca el dibujo grueso ya que las figuras están contorneadas con una línea negra. Se percibe una clara frontalidad tanto en el Pantocrator como las otras figuras. Vemos hieratismo ya que es una representación plana y no tiene perspectiva. Tampoco hay estudio sobre la luz. Se presenta la lay de jerarquía, teniendo a cristo de mayor dimensión. Tiene tres franjas sucesivas de fondo la del medio amarilla y las restantes azules que simboliza el universo.
Aunque la pintura es del Siglo XII, todo el arte catalán forma parte del románico. Es una de las principales obras románicas europeas por la calidad y la conservación. La podemos relacionar con la técnica y estilo similar, de la iglesia de Santa María de Tahull.